Me pasa a menudo que cuando hablo de las relaciones anales en mis reuniones la mayor parte de las asistentes esquiva la mirada, suelta una risilla, no se como que seguimos pensando en que se trata de algo prohibido, o una "cochinada",.... que lejos de la realidad. El sexo anal como el vaginal es una variante del sexo, solo eso... es una manera de relacionarse, de darse placer, de disfrutar con la sexualidad de cada uno, ya seas hombre o mujer.
Cuando las reuniones son mixtas ya la cosa se pone más tensa, los chiccos suelen hacer "típicas" bromas que deben pensar que les hacen mas machos...."eso es de gays" me dicen. Pero se puede ser mas de cromañón?? Posiblemente tengan algún trauma infantil que les induce a decir estas barbaridades porque yo sino esto no lo entiendo. En muchisimas relaciones heterosexuales las relaciones anales son practicadas asiduamente. A veces pienso que estos mismos que sueltan esas lindezas por la boca son los mas reprimidos sexualmente. Pero vamos solo es mi opinión.
Si bien es cierto que si hacemos una estadística podemos encontrarnos con tres grupos mas o menos diferenciados:
- los que están encantados con esta práctica sexual.
- los que les desagrada la sola idea de pensarlo.
- los que ni si ni no, oscilan entre un mar de dudas entre probarlo o no, temiendo dolor, pero deseando probar el placer que se siente.
Un poco de ANATOMIA nos vendrá muy bien para conocer nuestro cuerpo, para saber que hay y que podemos hacer.
La región anal está rodeada por múltiples terminaciones nerviosas interconectadas con los principales músculos de la pelvis. Es el vecino erógeno más cercano de los genitales y de hecho, se contrae rítmicamente durante el orgasmo.
El ano es un apretado anillo de carne cuya función es la de controlar la eliminación de los desechos del cuerpo y, además, no se puede controlar totalmente, ya que tiene movimientos reflejos en el esfinter interno que produce dolor, cuando la penetración no se hace con una buena lubricación y.... paciencia.
El orificio del ano está rodeado por dos anillos musculares que tienen un funcionamiento independiente y que son los siguientes:
- Esfínter externo, que es controlado por el sistema nervioso central y se puede tensar y relajar cuando se desee.
- Esfínter interno, este es controlado por el sistema nervioso autónomo y la función de éste es mantener un tono de este esfínter. Esto impide que en períodos de reposo y/o ejercicio los gases y las deposiciones sean eliminados en forma espontánea. Este gobierna entre otras funciones la respuesta ante el temor y la ansiedad de ser penetrado.
Una vez vencido el obstáculo del esfínter interno y de permitir que se acostumbre a estar dilatado, los movimientos de empuje suelen ser sin dolor. Por otra parte, las terminaciones nerviosas anales son abundantes y se puede lograr condicionarlas al disfrute sexual.
El “perineo”, que está entre el escroto y al ano, es estimulado fácilmente por la mayoría de las formas de penetración. Además está la próstata, que está localizada en la cara anterior del recto a pocos centímetros del orificio interno, que hacen que el estímulo táctil o por el pene o por juguetes sexuales, sea placentero en la mayoría de los hombres.
Muy importante en las prácticas sexuales anales es la LUBRICACIÓN correcta de la zona ya que
contrariamente a la vulva y la vagina, el ano y el recto no segregan la lubricación natural que facilite una relación sexual, por tanto, cuando se practica sexo anal debe usarse algún tipo de lubricante para facilitar la penetración. Los músculos no tienen la elasticidad que le permite dilatarse, por esto la penetración anal debe ser practicada con sumo cuidado, para evitar la propensión existente a los desgarros, fisuras anales y sangrado.
En cuanto a los lubricantes naturales, es muy frecuentes el uso de la saliva o bien practicar primero de la penetración vaginal y después la anal, para evitar la posibilidad de infecciones, En caso de sexo anal y por motivos de higiene siempre es recomendable el uso de condón, incluso en la penetración con objetos sexuales.
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